Nosotros no aceptamos la supuestamente bonita teología de la Cristiandad. Para nosotros no es ‘bonita’. El Dios de Israel es descrito como el autor de una gran injusticia. Él hizo que una ‘persona’ inocente (Jesús) muriese horriblemente por los pecados que él no cometió. ¡La Ley de Moisés y los Profetas escribe que nadie puede morir por los pecados de otro! (Éxodo 32:33; Deuteronomio 24:16; Ezequiel 18:1 – 32 etc.) la Cristiandad ha introducido un ‘superior’ orden de justicia. Es más, bajo el alegato de que Jesús era Dios encarnado, la Cristiandad ha dado sanción divina y santidad al deicidio, suicidio y asesinato; Dios, en forma de ‘hijo’, permitió ser asesinado, y aceptó este acto de ‘salvación’ como un sacrificio conveniente para acabar con todos los sacrificios. ¡Así, un sacrificio humano (Jesús) también divino (Dios Hijo) ofrecido por crueles asesinos (los judíos y romanos) fue aceptado como ‘ la última palabra’ en las ofrendas del pecado, como ofrenda por el pecado!
La Cristiandad también enseña que el Dios de Israel engañó a Israel en relación al pecado y muerte dandoles una ley imposible de guardar (mientras que les decía lo contrario – Deuteronomio 30:11-14 etc..). Pero la Cristiandad nos dice que no estamos más bajo la ley sino que estamos viviendo en la era de ‘gracia’ del ‘Nuevo Testamento’. Bajo el viejo y duro régimen legalista de la ley Mosaica, (qué nos condenó a muerte porque no pudíamos obedecerla,) era ilegal asesinar, robar, cometer adulterio etc. Sin embargo, desde el suicidio de Dios en la cruz, esto ha cambiado. ¡Aunque todavía no es correcto hacer cosas malas, no hay ninguna ley en contra! Nosotros no estamos bajo la ley sino viviendo en un soñado mundo de ‘gracia’. Los judíos, negándose a creer que su Dios había sido asesinado, no eran ‘moralmente’ capazes de entrar en la instauración del ‘Nuevo Testamento’ (con la excepción de esos pocos judíos que pensaban que Jesús era el Mesías), por tanto se abrió una puerta a los Gentiles para ser ‘salvados’ de una ley que nunca estuvieron obligados a observarar. Una de las primeras naciones en entrar en el reino de gracia y en el incentivo moral fue la Roma de Constantino. Constantino empezó su carrera como Cristiano crucificando a centenares de ‘incrédulos’ paganos. Él también convirtió en un crimen, (castigo de muerte) el Judaizar, ser testigo de que el Judaísmo es superior a la nueva fe de amor y moralidad sin ley de Constantino.
Nosotros nos negamos a aceptar la afirmación de que la ley ha sido rechazada. YHVH, el Dios de Israel sabe cuánto de la ley somos capazes de observar. Él es misericordioso y compasivo. ¡Él sabe cuando podemos guardar ciertos mandamientos y cuando no podemos! ¡Él no nos ha condenado a perdición eterna por antojo! ¡La ley es vida, no muerte! ¡Una sociedad sin ley es una sociedad muerta u agonizante, no una sociedad ‘ bajo gracia’! No aceptamos el ‘papel de un Mesías’ que ‘cumplió’ este y aquel pasajes oscuros según la exégesis de la Iglesia, pero cuyo ir y venir de la humanidad de un lado para otro ha dejado a la humanidad tan mal como estaba antes. Nosotros vivimos en nuestra creencia de que YHVH nos introducirá en una buena era de bendeción y paz como Sus Profetas nos enseñaron. ¡Nosotros no aceptamos la ética y moralidad cristianas más que como lo que son, el sueño de hombres que creyeron que el mundo estaba a punto de acabar! ¡(1Juan 2:18; Apocalipsis 1:1; Hebreos 9:26, 10:37 etc. etc.) Pero la vida y el mundo siguen! Y la humanidad tiene la necesidad de una ley Divina que la guie. Hay sólo UNA ley semejante – la que se entregó a Israel a través de Moisés y todos los Profetas. Una teología (incluso una tan ‘bonita’ como la teología cristiana, basado en el sacrificio humano, deicidio y suicidio) no puede moldear a los hombres en una sociedad ideal. Algo ‘nuevo’ es siempre más atractivo, pero nosotros decimos, junto con Jeremías, ‘¡Preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino. Andad por él y hallaréis descanso para vuestra alma! ‘ Jeremías 6:16
Por Mordecai Alfandari