«Ellos son esclavos que no se atreven a escoger odio, mofa y abuso Antes que volverse en silencio De la verdad que necesitan creer; Ellos son esclavos que no se atreven a permanecer En la verdad con dos o tres.» James Russell Lowell
Seguidamente se exponen algunas de las razones que llevaron al escritor – criado como metodista – a renunciar al Cristianismo.
Hace todavía poco tiempo que se quemaba a hombres en la hogera por pensar o hablar verdades que chocaban con las doctrinas y enseñanzas de las iglesias existentes. De hecho, mucho se ha dicho de las «años oscuros». Pocos, sin embargo, se dan cuenta de que aún no hemos salido de ellos. Los mismos engañosos métodos, doctrinas, costumbres y tradiciones se practican y proclaman entre las masas que todavía se encuentran sumidas en la esclavitud, esclavitud «espiritual», a estos rumbos paganos que tienen su origen en mentiras. Millones de almas se hallan tan empapadas en los principios aceptados de la «Tradición» que incluso si la pura verdad se les presentase, se echarían las manos a la cabeza horrorizados. Los pocos que están ávidos en la búsqueda de la verdad y que la aceptan cuando la completa evidencia se les presenta, tendrán las bendiciones del verdadero Dios, YHVH el Creador. No permita que nadie, sin embargo, piense que va a conseguir esta verdad en alguna de las Iglesias existentes con sus terrorificas doctrinas de «infierno de fuego» y del purgatorio que sólo existen en las primitivas mentes de hombres, no en la verdadera Biblia.
Hombres como Galileo, Bruna, Copérnico y muchos otros encontraron casi imposible conseguir que alguien prestara oído a sus descubrimientos astronómicos. Galileo fue encarcelado, a sus setenta años, y amenazando su vida, fue obligado a rechazar sus verdaderos descubrimientos, que él sabía que eran la ciertos, acerca del movimiento de la tierra. ¡Recuerde – esto era hace sólo 270 años! Y el Papa Gregorio XIII tenía una medalla grabada en honor de la horrible matanza de San Bartolomé – un diabólico complot instigado por Catherine y Charles IX. Se llevó a cabo el 24 de agosto de 1572, con el asesinato a sangre fría de decenas de miles de hombres inocentes, mujeres y niños cuyo único crimen fue «creer» y tener el privilegio de rendir culto a Dios según los dictados de su corazón y no según los dictados del Papa.
«Dieciséis Salvadores Crucificados»
De fuentes históricas auténticas aprendemos que por lo menos ha habido dieciséis «salvadores crucificados» – todos anteriores por muchos años al salvador cristiano. Lo más asombroso de esto: estos dieciséis salvadores, normalmente tenían experiencias idénticas a las del salvador Cristiano llamado Jesucristo. Todos ellos eran (1) enviados del cielo, (2) nacidos de vírgenes, (3) tenían que huir de gobernantes celosos y de leyes malas a Egipto, (4) volvieron, (5) dejaron perplejos a «los sabios» a la edad de doce años, (6) empezaron su ministerio al rededor de la edad de treinta, (7) realizaron grandes y poderosos milagros, incluso resurrecciones de los muertos, (8) sufrieron persecuciones, y finalmente, (9) fueron crucificados en una antigua cruz pagana. Entonces, como records en un show de la historia, todos ellos (1) resucitaron de la muerte al tercer día, (2) fueron vistos por muchos durante aproximadamente cuarenta días, y, por fin, (3) ascendieron al el cielo dónde, todos y cada uno de los dieciséis, están sentados a la diestra del Padre juzgando el mundo.
Nosotros aprendemos, además, que las varias gentes primitivas que rindían culto a estos «salvadores» tenían sus propias «biblias» que en esencia eran identicas a las escritos evangélicos conocidos como el Nuevo Testamento. Si estas biblias existían antes de la dispensación cristiana – ¿Qué registros historicos hicieron? – ¿No podríamos preguntarnos?: ¿Quién copió a quién? La biblia hindú con su salvador Crishna ciertamente no podudo ser copiada de una que llego a existir unos 1200 años después. En el año 800 A.C. estaba Mitra, el salvador Pérsico; aproximadamente en la misma época se daba culto a Quexalcote como el salvador mexicano. En 1700 A.C. Thulis dominó en Egipto. Despues el mundo vio a Indra del Tíbet en el año 725 A.C.; Crite de Caldea el 1200 A.C., etc. Curiosantemente, los cumpleaños de estos «salvadores» incluido el del Nazareno, caían en el día más corto del año cuando toda la vida dormita – el 25 de diciembre, el día de los regalos de navidad.
Resulta claro ahora por qué algunos de los «padres Cristianos» borraron deliberadamente, en muchos casos, destruyeron totalmente, archivos históricos antiguos que eran grabados en piedra y mármol. Ellos no podrían permitirse el lujo de dejar que la verdad contenida en los registros de piedra fuera conocida por la gente; puesto que estos archivos expondrían inmediatamente la imitación construida alrededor del salvador Kristus renombrado Cristo. Por ejemplo tenemos el caso de los vitales archivos antiguos que se habían excavado a en la India. Éstos fueron confiados al cuidado del Obispo Cristiano de Calcuta para su transporte seguro a Inglaterra, dónde debían de ser descifrados. Cuando llegaron a su destino, los archivos fueron tan intensamente borrados que su desciframiento resultó imposible. ¿Por qué hizo esto el Obispo? ¿De qué estaba tan asustado como para ocultarselo al público? La respuesta es fácil de suponer. Estos archivos habrían demostrado que la «Cristiandad» no era más que una continuación de la leyenda de Krist – Crishna el salvador hindú. Eso no habría ido demasiado bien con las multitudes de nuevos conversos.
Los Historiadores No Dejan Ningún Registro del Nazareno
De hecho, muchos estudiosos se preguntan por qué los historiadores que vivian durante y después del periodo de Jesús no hicieron ninguna mención de él en absoluto. ¿Si la persona llamada con el término griego «Cristo» existió e hizo las cosas «maravillosas» a él atribuidas por las generaciones posteriores, ¿por qué los grandes historiadores que fueron sus contemporáneos ni siquiera hacen mención de su existencia o al menos dicen algo de las obras que se le atribuyen? El sabio Giles, un Cristiano, hace esta observación: «Grande es nuestra desilusión por no encontrar nada en los trabajos de Filo sobre los Cristianos, sus doctrinas, o sus sagrados libros…» Él (Filo) tenía sesenta años aproximadamente en el momento de la crucifixión, y viviendo tan intimamente conectado con Judea, él difícilmente podía no haber conocido algo de los maravillosos «eventos» que habían tenido lugar en la ciudad de Jerusalén…»
Justus de Tiberius, nativo de Tierra Santa en tiempos de Jesús, escribió una historia completa de ese periodo. Aunque su trabajo desapareció, Photius, un erudito y crítico cristiano del siglo noveno que tenía conocimiento del trabajo de Justus, declaró: «Él (Justus) no hace la menor mención de la presencia de Cristo, de qué cosas le ocurrieron, o de las maravillosas obras que hizo» (Biblioteca de Photius codice 33).
El breve párrafo referido a Jesús y que se supone que ha sido encontrado en los trabajos de Josefo ha sido reconocido por todos los estudiantes como una falsificación – tanto como para que los mismos estudiantes cristianos lo desaprueben.
Eusebio, dijo: «es legal mentir y estafar por la causa de Cristo…» (Eccl. Hist. lib. 2, cp. 12) y quién ha sido aceptado como el «último recurso» a causa de la mayoría de las cosas que conocemos de los primeros tres siglos de la historia cristiana, Doane, declaró: «Yo he repetido cualquier cosa pueda redundar a la gloria (de la religión cristiana) y suprimido todo lo que podría tender a la desgracia de nuestra religión». Se podría preguntar: ¿Si todo lo relatado en el Nuevo Testamento es verdad y original, por qué entonces los «padres» cristianos necesitaban y necesitan ocultar, mentir y engañar para mantener su causa? De nuevo la razón es obvia. Recordamos la declaración del Papa Leo X: «Es bien conocido cuan provechosa ha sido para nosotros esta fábula de Cristo».
¿Se necesita decir más?
Luego queda manifiesto que el mundo ha visto a dieciséis «salvadores» que han sidi enviados del «cielo» para morir por nuestros pecados, enviados por el Gran y omnipotente Creador, YHVH, que dijo: «Yo no daré Mi gloria a otro – ningún otro ser no importa quién quiera que sea – ni Mi alabanza a las imágenes». El cual dijo: «YO creé el cielo y la tierra», quien dijo: «YO soy Tu Dios… Yo soy Tu redentor»; quién dijo, «no hay ningún otro salvador fuera de mí». Por lo tanto, según el anterior, «YO no daré Mi gloria al Cristo de Colosenses 1» donde encontramos: «Él (Jesús) creó todas las cosas, visibles e invisibles…»
En el año 325 D.C. Constantino reunió a unos 1786 «hombres sabios» de varias naciones que trajeron consigo 2231 «libros legendarios» de origen pagano. Por medio de estos hombres él seleccionó obras de entre todas las obras de humana creación, las «mejores» y las que «fueron redactadas a fin de sobrevivir recordadas por los mortales». Entonces este Constantino, el primer monarca en aceptar el Cristianismo, volcó estas «obras selectas» en un libro llamado el Nuevo Testamento. Los aturdidos y temerosos hombres trabajaron cuatro años y siete meses en hacer esta labor. ¡No teniendo todavía como seleccionaron un dios de entre los muchos presentados en la gran asamblea, empezaron a elegir mediante «voto» al dios que regiría sobre ellos!. Después de la primera votación el número de dioses principales quedó reducido a treinta y ocho y veintidós menores que habían recibido un número pequeño de votos. Finalmente, el número se redujo a cinco, a saber, Júpiter, Kriste (Cristo), Marte, Crite, Siva. Algo tenía que hacerse para salir del dilema.
Constantino consultó a sus espíritus y pidió una señal. Obtuvo una «cruz ardiente, manchada de sangre y guerra» y él aceptó esto como una señal de que el Kristo de la cruz tenía que ser uno de ellos. El Concilio estuvo de acuerdo en rechazar todos los demás dioses. Así a este Concilio de Nicea en el 325 D.C. el Griego «Iesous» bajo la forma de Jesús ascendió a la divinidad mediante la adopción de la forma pagana de la idea, comunmente conocida como trinidad, en la que aún creían millones por todo el mundo. También, en este Concilio, sólo los folletos que giraban en torno a esta historia fueron incorporados en el trabajo que vino a ser conocido como el Nuevo Testamento, no por la autoridad de un profeta de YHVH, sino por el voto de hombres miedosos y falibles.
YHVH el verdadero Creador, el Dios de Israel – mencionado por Sus verdaderos nombres, en la verdadera Biblia, compuesta por los libros del Viejo Testamento, los cuales estaban inspirados por el mismo Autor de Vida, mencionado por sus verdaderos y probados profetas que hablaron en Su nombre – debe estar arto y cansado de todo este culto idólatra. A menos que las gentes y esta nación en particular se arrepientan y corrijan – rápidamente – y yo pienso que porque nosotros no hemos obedecido Sus mandamientos de arrojar fuera de la tierra y destruir todos estos ídolos y el culto idolatra que es dominante, Él enviará a otro por medio de quien hará este trabajo por Él como cuando lo hizo en los días antiguos cuando Su pueblo desobedeció y se volvió a los ídolos. ¡Esta nación y el mundo estan sumidos en la idolatría hoy! ¡Quiera YHVH ayudarnos y separarnos de todo esto!. ¡Despertémonos y comencemos a servir al Único verdaderos y eterno YHVH!. ¡Destruyamos de la tierra los falsos ídolos!.
Yo insto al lector cristiano a que abra a su mente a la verdad, que investige en archivos históricos imparciales que involucran su «Jesús» histórico y el «Cristo» mítico y re-estudie los hechos verdaderos tal como están en realidad en la Biblia Hebrea. La verdad hiere y podría ser dura de aceptar. Yo lo sé. Pero después de un rato – aunque le hiera a uno darse cuenta de cuan grandemente ha sido engañado por esas falsas y copiadas doctrinas – vendrán la alegría y la paz aprendiendo y conociendo al Único y Verdadero Creador, YHVH.
Alabad a YHVH, porque Él es bueno, porque para siempre es su misericordia. Salmo 136:1
Por: Claude À. Biggs
Claude À. Biggs, un copista de Lansing, Michigan, ha consagrado gran parte del tiempo de su vida al estudio de la Biblia y a la impresión de millones de panfletos misioneros. Como un verdadero buscador y estudiante de las Escrituras, él finalmente comprendió que la Cristiandad tiene no que ninguna base de verdad sino que el engaño constituye su base. En este artículo Impresor Biggs da las razones por las qué él no puede seguir aceptando el Cristianismo.
REIMPRESO POR » el BOLETÍN » de ISRAEL UNIDO Por: M. Alfandari, Jerusalén, ISRAEL.
Traducido por Baruj Prieto