Afirmaciones Talmúdicas y las Respuestas Caraítas

Discutiendo este problema con estudiantes del Talmud, uno se encontrará invariablemente con muchas de las típicas afirmaciones Rabínicas sobre versículos que ellos creen que aluden a la “Ley Oral” o que al menos necesitan de un acompañamiento oral que explique el versículo. Incluso si uno encuentra alguno de estos versículos en el conjunto de la Biblia Hebrea, uno encontrará que estos versículos realmente no hacen referencia a la “Ley Oral,” ni precisan de una ley oral para su comprensión.

Afirmación #1:

“Se nos dice que matemos los animales como Dios ha ordenado, sin embargo, en ninguna parte de todo el Tanach Dios nos dice cómo matar los animales.”

Contestación:

Para intentar demostrar la existencia de la “Ley Oral” los estudiantes del Talmud a menudo citan Deuteronomio 12:21 que afirma: “… podrás matar de las vacas y de las ovejas que YHWH te haya dado, como te he mandado yo …” Los Rabinos aseguran que la frase “como te he mandado yo” se refiere a las partes de la “Ley Oral” qué explican los métodos apropiados de matar un animal. Hay muchos requisitos expuestos en el Talmud acerca del modo “apropiado” de matar un animal; sin embargo, éstas son las costumbres de aquéllos que escriben el Talmud en lugar de las leyes de Dios. El aspecto más equivocado de la afirmación de que este pasaje se refiere a una supuesta ley oral es que ignora el contexto del pasaje. No más de 5 versículos antes vemos que la propia Torah dicta cómo debemos matar los animales: “Podrás sacrificar y comer la carne…. conforme a tu deseo…. solamente que sangre no comeréis; sobre la tierra la derramaréis como agua. (Deuteronomio 12:15-16). De esto, aprendemos que para matar un animal apropiadamente debemos hacerlo de manera que vierta su sangre en la tierra – en oposición a permitir que se endurezca en las venas del animal sacrificado. Esta lectura se confirma por las líneas posteriores relacionadas con el propio versículo en cuestión: “Solamente que te mantengas firme en no comer sangre, porque la sangre es la vida, y no comerás la vida junto con la carne… ” (Deuteronomio 12:23). De hecho, este versículo declara que el único requisito en relación a la matanza, en el contexto de este pasaje, es que nosotros no comamos la sangre. Al matar un animal de modo que la sangre abandone sus venas, tal como Dios ha ordenado, nosotros evitamos consumir la sangre del animal, siguiendo el mandamiento de Deuteronomio 12:15-16.

Afirmación #2:

“De hecho hay lugares dónde la palabra Torah se usa en su forma plural (Torot), luego… ¿cómo pueden los Caraítas afirmar que no hay ninguna referencia a dos Torahs en la Biblia?”

Contestación:

Aunque la palabra Torah aparece en su forma plural a lo largo de la Biblia Hebrea, el término Torah, en el sentido del cuerpo colectivo de leyes dado por Dios, sólo se usa en el singular. Compare los versículos siguientes para ver la diferencia entre el uso de la palabra en el sentido de un mandamiento específico y el uso de la palabra en el sentido de la colección de leyes divinas.

Versículos del Tipo 1: La palabra Torah se usa en singular al referirse a la Torah, el conjunto de instrucciones de Dios,: “Y Moisés escribió esta Ley (Torah), y la entregó a los sacerdotes, hijos de Levi …” (Deuteronomio 31:9).

Aquí la palabra Torah se ha traducido como “ley”, en referencia al conjunto total de obras que Dios ordenó a Moisés que escribiera. El término Torah nunca se usa en el plural en casos como los del Tipo 1. Si desea ver más versículos de este tipo, vea: Textos Base por los que los Caraítas rechazan la “Ley Oral”.

Versículos del Tipo 2: El singular de Torah se usa con un significado diferente al del total de la Torah: “Esta es, pues, la Torah [la instrucción] del Nazir el día que se cumpla el tiempo de su nazareato: Vendrá a la puerta del Tabernáculo de reunión.” (Números 6:13)

Está claro aquí que aunque la palabra Torah se usa en singular no se refiere a la Instrucción colectiva de Dios, es decir no se refiere a la Torah. Los versículos del tipo 2 se refieren a las leyes específicas tales como aquéllas que tienen que ver con animales, individuos, o grupos. Si desea ver más versículos de este tipo, vea Números 5:29-31, Levítico 7:1, y Levítico 11:46-47.

Versículos del Tipo 3: Aquí la palabra Torah en plural se usa con un significado diferente al del conjunto de la Torah: “Estos son los estatutos, ordenanzas y las enseñanzas (v’hatorot) que estableció YHWH entre él y los hijos de Israel en el monte Sinaí por medio de Moisés”. (Lev. 26:46)

Aquí la palabra Torah se usa en su forma plural; sin embargo, aquí esta “Torah” es cualitativamente diferente de la Torah de los versículos del tipo 1, es decir, no se refiere a la Torah. Nosotros vemos que este versículo usa la palabra Torah con el significado de instrucciones generales o enseñanzas contenidas en la Torah. Nosotros entendemos esto a partir de su contexto ya que se usa con las palabras “ordenanzas” y “estatutos” qué también se refiere a artículos contenidos en la Torah. Todos los versículos que se refieren al plural de Torah son de este tipo. Además, se nos dice que estas enseñanzas (torot) fueron escritas de modo que nos llegaran de la mano de Moisés. Así que no pueden estar refiriéndose a la “Ley Oral.” Otros versículos de este tipo: Éxodo 18:20 y Nehemías 9:13.

Para resumir, el término Torah significa “enseñanza, ley”. Puede referirse a una ley específica, como en “Esta es la Torah del sacrificio por la culpa” (Levítico 7:1), o puede referirse al cuerpo colectivo de ley divina, como en “el libro de la Torah de Moisés” (Josué 8:31). Cuando aparece en plural como “torot”, está siempre formando parte de una serie de palabras en relación a leyes específicas: “y les diste juicios rectos, Torahs verdaderas, y estatutos y mandamientos buenos.” (Nehemías 9:13). Obviamente en este último versículo la palabra Torah es un sinónimo de mandamiento, estatuto, etc., y se refiere a leyes específicas, no al cuerpo colectivo de la instrucción divina. Las personas que interpretan este versículo como una referencia a la “Ley Oral” también tendrían que defender que “los estatutos y mandamientos” se refiere a múltiples cuerpos de ley (por lo menos 4, ya que los dos están en plural!). Estos versículos sólo tienen sentido si todos estos términos se están refiriendo a palabras diferentes en relación a leyes específicas.

Afirmación #3:

“En el Libro de Daniel nosotros vemos que Daniel oraba tres veces al día de cara a Jerusalén. Esto es algo él aprendió de la “Ley Oral” ya que no está ordenado en la Torah.”

Contestación:

De hecho, Daniel 6:11 afirma: “entró en su casa; abiertas las ventanas de su habitación que daban a Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, oraba y daba gracias delante de su Dios. . .” Una afirmación común de los estudiantes del movimiento Rabínico es que ya que la Torah no nos dice que oremos hacia Jerusalén o cuántas veces al día debemos orar, estas cosas sólo podrían ser conocidas gracias a la ‘ley Oral”.

Esta afirmación ilustra una diferencia significante entre los Caraítas y los Rabanitas. Los Caraítas creen que cada palabra y ejemplo del Tanach está allí por una razón así que los Caraítas usan todo el Tanach para deducir principios religiosos y el significado de los mandamientos, mientras que los Rabanitas generalmente se atienen solamente a la Torah y al Talmud. Es verdad que la Torah no menciona que nosotros debamos orar de cara a Jerusalén, pero el concepto viene de la dedicación del Primer Templo de Salomón.

Probablemente hablando bajo la inspiración divina, Salomón dice que cuando nosotros estamos cautivos en una tierra extranjera o estamos haciendo la obra de Dios en una tierra extranjera, nosotros podemos orar hacia Jerusalén de modo que Dios mantenga nuestra causa. Salomón declara:

Si tu pueblo sale a la batalla contra sus enemigos por el camino que tú les mandes, y oran a YHWH con el rostro hacia la ciudad que tú elegiste y hacia la casa que yo edifiqué a tu nombre, tú oirás en los cielos su oración y su súplica, y les harás justicia. (1 reyes 8:44-45)

Como resultado, todos los judíos fuera de Jerusalén oran hacia Jerusalén. Esta idea también se ilustra en Salmos 138:2: “Me postraré hacia tu santo Templo…”

Acerca del número de oraciones diarias, hay muchas buenas opciones. Daniel escogió orar tres veces al día, mientras que la persona que escribió Salmos 119 oraba a Dios siete veces al día (Salmos 119: 164 y 169-176). De esto aprendemos que el número de veces que una persona debe orar a Dios al día depende del individuo. Hoy, ya que las oraciones son un sustituto de los sacrificios (vea Oseas 14:3; Salmos 141:2), nosotros debemos orar por lo menos dos veces al día de domingo a viernes y tres veces por día el sábado. Ya que se ofrecían dos sacrificios al día y un sacrificio Sabático especial ofrecido en Shabbat.

Finalmente, el libro de Daniel ilustra uno más punto que hay que resaltar. Al orar, Daniel se postraba totalmente (es decir él oraba de rodillas). En los tiempos Bíblicos la postración plena era casi sinónimo de oración (vea también Salmos 95:6 y Salmos 138:2). En las tierras Orientales hasta el final del Periodo Medieval los Rabanitas oraba en postración plena. Hoy, en las Congregaciones Rabanitas muy Ortodoxas, en Yom Kippur toda la congregación se postra totalmente. Hasta el día de hoy, los Caraítas practican la postración plena en todas sus oraciones.

Traducido por: Baruj Prieto